Batalla de Pichincha
La batalla de Pichincha ocurrió el 24 de mayo de 1822 en las faldas del volcán Pichincha, a más de 3.000 metros sobre el nivel del mar, cerca de la ciudad de Quito en el Ecuador actual.
El encuentro, que ocurrió en el contexto de las Guerras de Independencia Hispanoamericana, enfrentó al ejército independentista bajo el mando del general venezolano Antonio José de Sucre
y al ejército realista comandado por el general Aymerich. La derrota de
las fuerzas españolas condujo a la liberación de Quito y aseguró la
independencia de las provincias que pertenecían a la Real Audiencia de Quito, también conocida como la Presidencia de Quito, la jurisdicción administrativa colonial española de la que finalmente emergió la República del Ecuador
Fue la batalla de la liberación del yugo español. Un momento histórico
para la vida repúblicana del Ecuador. La historia señala al mariscal
Antonio José de Sucre como el gran gestor de la batalla del Pichincha
que dió paso a un proceso de independencia que se concretaría luego el 10 de agosto Independencia del Ecuador.Luego de la liberación de Guayaquil, el 9 de octubre de 1820, el país entra en una profunda refundación de su identidad y tras dos intentos fallidos por liberarse de la opresión, se produce la gran batalla en las faldas del volcán Pichincha, de ahi que la historia recuerda ese episodio como la Batalla del Pichincha.
Fue en el año 1822, donde Sucre decide hacerle frente a las tropas españolas con 1.700 hombres que con el paso de los días se convirtieron en 3.000 gracias a San Martín.
El gran día estaba por llegar, fue la madrugada del 23 de mayo cuando las tropas se dirigen silenciosamente al Pichincha para planificar lo que sería la batalla de la libertad y el triunfo.
Después de percances y horas de espera, el 24 de mayo se produce la batalla bajo un sol resplandeciente. Pese a las bajas, los soldados victoriosos fueron subiendo la cima del volcán. Una vez en la cima exlamaron victoria y con ello se consagrò una de los dìas más recordados para la historia del Ecuador .
El 24 de mayo es considerada una fecha cívica de los héroes que ofrecieron sus vidas por la libertad. Con la Batalla del Pichincha, se selló la independencia política del Ecuador que marcó el comienzo de la vida republicana y autónoma del Ecuador.
El 25 de mayo, Sucre entró con su ejercito a Quito donde anunció la rendición de las tropas españolas establecidad en el territorio que el gobierno de Colombia llamada "Departamento de Quito", al considerarlo como parte integral de la República de Colombia desde su creación, el 17 de diciembre de 1819.
Primeras campañas en la Real Audiencia de Quito
La primera campaña se llevó a cabo en 1820 en la independencia de Guayaquil. El gobierno independiente de Guayaquil formó un ejército de hombres locales, de tal vez 1.800 soldados, y en noviembre lo envió hacia la región sierra,
con el propósito de sumar adeptos a la causa independentista. Tras
algunos éxitos iniciales, como la declaración de independencia de Cuenca el 3 de noviembre de 1820, los independentistas sufrieron una grave derrota ante el ejército realista en la Batalla de Huachi, cerca de Ambato, que los obligó regresar a las regiones costaneras.
Orden de batalla patriota
Ejército Libertador de Colombia
Estado Mayor del ejército
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Planificación
De vuelta en Guayaquil, el General Sucre concluyó que la mejor
estrategia para la próxima campaña sería evitar cualquier intento de
avanzar directamente hacia Quito vía Guaranda, en favor de un avance indirecto, marchando primero hasta Cuenca antes de redirigirse hacia el Norte, a través de los Andes,
en dirección a Quito. Este plan ofrecía numerosas ventajas: al
recapturar Cuenca se podría impedir las comunicaciones entre Quito y Lima, y le permitiría a Sucre esperar por los refuerzos que entonces San Martín le había prometido enviar desde el Perú.
Además, un progresivo avance desde la costa y ascensión a través de las
montañas le permitiría a su ejército una gradual adaptación a los
efectos fisiológicos del cambio altitud. Pero fundamentalmente, era la
única forma de evitar un combate directo en condiciones desfavorables
con las fuerzas Realistas que venían de Quito.
La campaña
Para enero de 1822 Sucre ya había organizado la nueva campaña. Su ejército constaba de aproximadamente 1.700 hombres, entre veteranos
de sus campañas anteriores y nuevos reclutas. Había hombres de las
tierras llanas de la Provincia de Guayaquil y voluntarios que provenían
de la Sierra, como el héroe cuencano Abdón Calderón, cuyo padre había
muerto heroicamente en 1812, defendiendo al Estado de Quito. Los dos
contingentes pronto fueron organizados como el Batallón Yaguachi;
también habían soldados neogranadinos y venezolanos enviados por
Bolívar, unos cuantos oficiales y soldados españoles que habían cambiado
de bando, un batallón entero de voluntarios británicos (el Albión) e incluso unos cuantos irlandeses y franceses. El 18 de enero el ejército Patriota se dirigió a Machala, en el llano. El 9 de febrero,
tras haber cruzado los Andes, Sucre entró en el pueblo de Saraguro,
donde su ejército se juntó con los 1.200 hombres de la División peruana,
el contingente que San Martín había prometido. Esta fuerza (Expedición Auxiliar de Santa Cruz a Quito) estaba conformada en su mayoría por reclutas peruanos, existían también argentinos y alto-peruanos (bolivianos), el propio Andrés de Santa Cruz nació en el Alto Perú (actual Bolivia); tenía también oficiales argentinos, entre los que destacaban Félix Olazábal, Francisco Villa, ambos de Infantería y Antonio Sánchez de Caballería y un escuadrón del Regimiento de Granaderos a Caballo de los Andes (argentino) al mando de Juan Lavalle. Al enfrentar esta fuerza multinacional de alrededor de 3.000 hombres, el destacamento Realista de caballería,
de unos 900 hombres, que defendía Cuenca se retiró hacia el Norte,
siendo perseguido a la distancia por la caballería Patriota. Cuenca fue
entonces recapturada el 21 de febrero de 1822, sin que se disparara un solo tiro. Durante marzo y abril,
los Realistas continuaron marchando hacia el Norte, logrando con éxito
evitar enfrentarse con la caballería Patriota. Sin embargo, el 21 de abril se produjo un feroz encuentro entre las fuerzas de caballería en Tapi, cerca de Riobamba.
Al final del día los Realistas nuevamente se retiraron, mientras que el
ejército principal de Sucre procedió a capturar Riobamba, quedándose
ahí hasta el 28 antes de reanudar su viaje hacia Quito.
Acercamiento a Quito

Monumento de la Nación a sus Próceres. En el Paseo Los Próceres
existen fuentes, escaleras, calzadas y muros, además se encuentran
estatuas de los principales próceres de la independencia de América.
El 2 de mayo de 1822, la fuerza principal de Sucre había alcanzado la ciudad de Latacunga,
90 km al Sur de Quito. Ahí Sucre procedió a reorganizar sus tropas,
sumando voluntarios de los pueblos cercanos, mientras esperaba
refuerzos, en especial el Batallón Alto Magdalena (de Colombia) y nuevos informes de inteligencia sobre el paradero del ejército Realista.
Mientras tanto, Aymerich alistó los puntos de resistencia y posiciones de artillería
en los principales pasos montañosos que dirigían a Quito. Sucre,
empeñado en evitar un enfrentamiento frontal en terreno desfavorable,
decidió avanzar paralelamente a los flancos de las posiciones Realistas,
marchando por las laderas del volcán Cotopaxi para así poder llegar al Valle de los Chillos, en la retaguardia de las posiciones defensivas Realistas. El 14 de mayo
el ejército Realista, intuyendo las intenciones de Sucre, comenzó a
replegarse, llegando a Quito el 16. Dos días después, y tras una muy
difícil marcha, el ejército de Sucre ocupó Sangolquí.
Maniobras finales
En la madrugada del 24 de mayo de 1822,
el ejército patriota, conformado por 2.971 hombres, empezó a ascender
por las laderas del volcán Pichincha. En la vanguardia estaban los 200
colombianos del Alto Magdalena, seguidos por el ejército principal de Sucre; en la retaguardia estaban los británicos del Albión,
protegiendo el tren de municiones. A pesar del enorme esfuerzo de las
tropas, el avance por las laderas del volcán fue más lento de lo que se
esperaba, y la llovizna que cayó durante la noche convirtió los senderos
en ciénagas.
Cuando amaneció, para consternación de Sucre, el ejército no había
logrado un avance significativo, hallándose literalmente a mitad del
camino, a 3500 metros sobre el nivel del mar y a la vista de los
centinelas Realistas en Quito. A las ocho en punto, ansioso por el lento
avance del Albión, y con sus tropas exhaustas y afectadas por la
altitud, Sucre ordenó a su ejército detener el avance para descansar,
pidiendo a sus oficiales ocultar sus batallones como mejor pudieran.
Envió parte del batallón Cazadores del Paya (peruano) en una labor de reconocimiento, seguidos por el Trujillo, otro batallón peruano. Una hora y media después, repentinamente, los hombres del Paya fueron golpeados por una descarga, bien apuntada, de mosquetes. Esta acción dio inicio a la batalla.
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